Contemplación, vivencia, misión: Tob 6,10-11; 7,1.9-17; 8,4-10 (El ángel guía a Tobías; casamiento con Sara); Mc 12,28-34 (“Escucha… amarás… no estás lejos del Reino de Dios”)
Contemplación, vivencia, misión: La vida y la historia humana sólo recobran su sentido cando están orientadas hacia su originen y su destino: Dios Amor. Cuando falta la relación íntima con Dios, todo es caos y confusión: entonces las fuerzas del mal se desatan. La vida recobra su sentido en el camino del amor a Dios y a los hermanos. Sólo entonces uno se ama a sí mismo de verdad y recobra su verdadera autoestima: amarse según los planes de Dios, realizarse amando en la libertad como verdad de la donación.
*El Evangelio en el Corazón de la Madre de Jesús y de la Iglesia: En nuestro caminar hay siempre «ángeles», «enviados», como signos cercanos de Jesús resucitado presente. La presencia activa y materna de María se deja sentir si nos confiamos a ella. Ver CORPUS CHRISTI en Año Litúrgico o en este mismo blog.
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