Viernes semana 24ª Tiempo Ordinario (20 septiembre 2013, Santos Mártires coreanos)

De Corazón a corazón: 1Tim 6,2-12 («No hemos traído nada al mundo y nada podemos llevarnos de él… Combate el buen combate de la fe»); Lc 8,1-3 («Iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios: le acompañaban los Doce y algunas mujeres»)

Contemplación, vivencia, misión: Jesús cambia las costumbres rutinarias de la sociedad. Para él, hombre y mujer tienen la misma dignidad y la misma oportunidad para el seguimiento evangélico, con servicios diferenciados que no significan mayor dignidad ni privilegios. También las mujeres que seguían a Jesús ayudaron a combatir el buen combate de la fe: al pie de la cruz, hacia el sepulcro, mensajeras de la resurrección. Con esta armonía de discípulos y discípulas, sin privilegios ni ventajas materiales por parte de nadie, las tensiones y divisiones desaparecerían, pero…

*En el día a día con la Madre de Jesús: El grupo apostólico era familiar como en Nazaret, bajo la sombra y «memoria» materna de María (cfr. Jn 2,12), que apacigua y unifica el corazón.

AÑO DE LA FE: “La vida en la fe, en cuanto existencia filial, consiste en reconocer el don originario y radical, que está a la base de la existencia del hombre” (Lumen Fidei, n.19).

Los comentarios están cerrados.