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EUCARISTÍA, CORAZÓN DE LA IGLESIA (Esquema IIº)

 (Siglas de documentos) EdE: «Ecclesia de Eucharistia» (Juan Pablo II); MND: «Mane nobiscum, Domine» (ídem); VC: “Vita Consecrata” (ídem); SCa: “Sacramentum Caritatis” (Benedicto XVI); EG:  “Evangelii Gaudium” (Papa Francisco); LS: “Laudato sì” (ídem). Del concilio Vaticano II: LG (“Lumen Gentium”), SC (“Sacrosantum Concilium”), PO (“Presbyterorum Ordinis”), etc.

6.En la Iglesia, comunión misionera (Hech 2,42; 4,32): «La Iglesia vive de la Eucaristía… «fuente y cima de toda la vida cristiana» (LG 11)… La Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, el mismo Cristo» (EdE 1). «La Eucaristía, construyendo la Iglesia, crea precisamente por ello comunidad entre los hombres» (EdE 24). «La Iglesia expresa realmente lo que es… sacramento universal de salvación y comunión» (EdE 61). «La Eucaristía es fuente de unidad eclesial y, a la vez, su máxima expresión» (MND 21). “La comunión tiene siempre y de modo inseparable una connotación vertical y una horizontal: comunión con Dios y comunión con los hermanos y hermanas” (SCa 76). “La Eucaristía aparece como fuente y cima de toda evangelización” (PO 5).

7.Espiritualidad cristiana misionera (Mt 26,28; Jn 6,51): «La Iglesia se expresa como sacramento universal de salvación» (EdE 61). «Cristo… centro de la historia de la humanidad… gozo de todos los corazones» (MND 6; GS 45). “Verdaderamente, nada hay más hermoso que encontrar a Cristo y comunicarlo a los demás… No podemos acercarnos a la Mesa eucarística sin dejarnos llevar por ese movimiento de la misión que, partiendo del corazón mismo de Dios, tiende a llegar a todos los hombres. Así pues, el impulso misionero es parte constitutiva de la forma eucarística de la vida cristiana” (SCa 84). “En la Sagrada Eucaristía se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia… los fieles, marcados ya por el sagrado Bautismo y la Confirmación, se injertan cumplidamente en el Cuerpo de Cristo por la recepción de la Eucaristía” (PO 5).

8.Espiritualidad sacerdotal misionera (Lc 22,19; 1Cor 11,25):  «El sacerdote pone su boca y su voz a disposición de Aquél que las pronunció en el Cenáculo» (EdE 5). «In persona, es decir, en la identificación específica, sacramental con el sumo y eterno Sacerdote» (EdE 29). «Centro y cumbre de la vida sacerdotal… Cada jornada será así verdaderamente eucarística… puesto central en la pastoral de las vocaciones sacerdotales» (EdE 31). «Vosotros, sacerdotes… dejaos interpelar por la gracia… con la alegría y el fervor de la primera vez, y haciendo oración frecuentemente ante el sagrario» (MND 30). “Experimentar la delicia, no solo de participar cada día en la santa Misa, sino también de dialogar reposadamente con Jesús Eucaristía» (MND 30). “Antes que nada, el sacerdote es servidor y tiene que esforzarse continuamente en ser signo que, como dócil instrumento en sus manos, se refiere a Cristo… profundizar siempre en la conciencia del propio ministerio eucarístico como un humilde servicio a Cristo y a su Iglesia” (SCa 23).

9.Espiritualidad misionera de la vida consagrada (Alianza: Lc 22,20): “Consagrados y consagradas… Jesús en el Sagrario espera teneros a su lado para rociar vuestros corazones con esa íntima experiencia de su amistad, la única que puede dar sentido y plenitud a vuestra vida» (MND 30).  “El testimonio profético de las consagradas y de los consagrados, que encuentran en la Celebración eucarística y en la adoración la fuerza para el seguimiento radical de Cristo obediente, pobre y casto” (SCa 81). “El amor recíproco de cuantos forman la comunidad, un amor alimentado por la Palabra y la Eucaristía” (VC 42). “La Eucaristía … corazón de la vida eclesial y también de la vida consagrada… Por su naturaleza la Eucaristía ocupa el centro de la vida consagrada, personal y comunitaria… La asidua y prolongada adoración de la Eucaristía … En la celebración del misterio del Cuerpo y Sangre del Señor se afianza e incrementa la unidad y la caridad de quienes han consagrado su existencia a Dios” (VC 95).

 

EUCARISTIA, SANTIDAD Y MISION (Esquema Iº)

(Siglas de documentos) EdE: «Ecclesia de Eucharistia» (Juan Pablo II); MND: «Mane nobiscum, Domine» (ídem); VC: “Vita Consecrata” (ídem); SCa: “Sacramentum Caritatis” (Benedicto XVI); EG:  “Evangelii Gaudium” (Papa Francisco); LS: “Laudato sì” (ídem). Del concilio Vaticano II: LG (“Lumen Gentium”), SC (“Sacrosantum Concilium”), PO (“Presbyterorum Ordinis”), etc.

1.Presencia pide presencia (Mt 26,27; cfr. 28,20: «Renovada necesidad de estar largos ratos en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor» (EdE 25).“Almas enamoradas de El… escuchando su voz y sintiendo los latidos de su corazón» (MND 18). “La adoración fuera de la santa Misa prolonga e intensifica lo acontecido en la misma celebración litúrgica” (SCa 66). “De la Eucaristía, mana hacia nosotros la gracia como de su fuente y se obtiene con la máxima eficacia aquella santificación de los hombres en Cristo y aquella glorificación de Dios, a la cual­ las demás obras de la Iglesia tienden como a su fin” (SC 10). “La Iglesia necesita imperiosamente el pulmón de la oración, y me alegra enormemente que se multipliquen en todas las instituciones eclesiales los grupos de oración, de intercesión, de lectura orante de la Palabra, las adoraciones perpetuas de la Eucaristía.” (EG 262).

2.Sacrificio pide donación, oblación: (Lc 22,19-20; imitación): «El Señor Jesús, la noche en que fue entregado» (1 Cor 11, 23), instituyó el Sacrificio eucarístico de su cuerpo y de su sangre… Es el sacrificio de la Cruz que se perpetúa por los siglos» (EdE 11). «El sacrificio de conformarnos a Cristo» (EdE 57). “La Eucaristía nos adentra en el acto oblativo de Jesús… nos implicamos en la dinámica de su entrega” (SCa 11; cita DCe 13). “El divino sacrificio de la Eucaristía contribuye en sumo grado a que los fieles expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia” (SC 2)

3.Comunión pide vida en Cristo, ser pan partido (Jn 6,57): «Comunión con Dios Padre, mediante la identificación con el Hijo Unigénito, por obra del Espíritu Santo» (EdE 34). «Vivir en él (en Cristo) la vida trinitaria» (EdE 60). «Iglesia… comunión» (EdE 61). «En la escuela de los santos» (EdE 62) “Formamos una realidad fundada ontológicamente en el Bautismo y alimentada por la Eucaristía” (SCa 76). “En la Eucaristía lo creado encuentra su mayor elevación. La gracia, que tiende a manifestarse de modo sensible, logra una expresión asombrosa cuando Dios mismo, hecho hombre, llega a hacerse comer por su criatura” (LS 236).

4.Esperanza, confianza y tensión escatológica (1Cor 11,26; Ap 22,20):  «El mundo retorna a Él, redimido por Cristo» (EdE 8). «Semilla de viva esperanza» (EdE 20). «La prenda del fin al que todo hombre aspira» (EdE 59). «Transformar con él (Cristo) la historia» (EdE 60). «La Eucaristía nos proyecta hacia el futuro de la última venida de Cristo… un dinamismo que abre al camino cristiano el paso a la esperanza» (MND 15). “La esperanza de la resurrección de la carne y la posibilidad de encontrar de nuevo, cara a cara, a quienes nos han precedido en el signo de la fe, se fortalece en nosotros mediante la celebración del Memorial de nuestra salvación” (SCa 32). “En la Eucaristía ya está realizada la plenitud, y es el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable. Unido al Hijo encarnado, presente en la Eucaristía, todo el cosmos da gracias a Dios. En efecto, la Eucaristía es de por sí un acto de amor cósmico: «¡Sí, cósmico! »” (LS 236). “En este día (el domingo) los fieles deben reunirse a fin de que, escuchando la palabra de Dios y partici­pando en la Eucaristía, recuerden la Pasión, la Resurrección y la gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios, que los «hizo renacer a la viva esperanza por la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos» (1Pe 1,3)” (SC 106).

5.Con María, Madre del “pan de vida” (Lc 1,31; Hech 1,14):  «En la escuela de María» (EdE 7 y cap.VI). “Mujer eucarística con toda su vida» (EdE 53). «Amén» (fiat de María). «Primer tabernáculo de la historia» (EdE 55). «Desde la perspectiva mariana» (MND 9). «Tomando a María como modelo… Ave verum corpus matum de Maria Virgine» (MND 31). “Cada vez que en la Liturgia eucarística nos acercamos al Cuerpo y Sangre de Cristo, nos dirigimos también a Ella que, adhiriéndose plenamente al sacrificio de Cristo, lo ha acogido para toda la Iglesia… Es el modelo de cómo cada uno de nosotros está llamado a recibir el don que Jesús hace de sí mismo en la Eucaristía” (SCa 33; cfr. LG 58). (Seguirá esquema II)